El Diente de León: una imagen que susurra lo esencial

Cuando imaginé el logo que representaría este espacio, no quería una simple flor.
Buscaba un símbolo.
Algo que hablara de transformación, de ligereza, de confianza en el proceso de soltar.
Y ahí apareció él: el Diente de León.

Una flor sencilla, sí, pero con un universo entero en su interior.

Como dice el señor Domenico Bufi:

“El diente de león es la única flor que representa los tres cuerpos celestes: el sol, la luna y las estrellas.
La flor amarilla se asemeja al sol, el diente de león a la luna, y las semillas esparcidas se asemejan a las estrellas.”

“Todas sus partes son útiles: raíz, hojas, flores. Se puede utilizar como alimento, medicina y colorante.
Hasta el siglo XIX, la gente quitaba el césped para dejar lugar a los dientes de león y otras ‘malezas’ beneficiosas.”

“Las semillas viajan como pequeños paracaídas y pueden recorrer hasta cinco millas.
Son maestras de la supervivencia, flores que no necesitan ser polinizadas para florecer.
Flores que se abren al sol y se recogen al caer la noche.
Flores que sobreviven, que se adaptan, que enseñan.”

Cuando leí estas palabras, supe que no me había equivocado.
El diente de león es todo lo que quiero transmitir con mi trabajo:
la fuerza en la suavidad, la medicina en lo natural, la belleza en lo cotidiano.

Es una flor que invita a soltar con confianza, confiar en el viento, y dejarse llevar hacia nuevos comienzos.
Como el bienestar real: ese que empieza por dentro, en silencio, y se expande poco a poco… como una semilla al aire.

Gracias por empezar este camino conmigo.
Aquí empieza algo más que un blog.
Aquí empieza una conversación contigo, desde el alma.

Con cariño,
Nuria Fierro
Masajes con alma. Bienestar desde dentro hacia fuera.